No hay nada mas triste que la soledad acompañada, de hecho no hay nada mas triste que la soledad contigo, sabiendote cerca sin poder mirarte realmente, no hay nada mas triste que saberte ajeno, que saberte de otros besos y de otras miradas, no hay nada mas triste que saberte parte de otro cuerpo y tenerte aquí...
A quien perteneces? a veces me lo pregunto, en que zona de mi corazón late tu ausencia aun cuando estas aquí, en que parte de mi cuerpo se respira la mentira de amor de tus labios, en que parte de mi vida huele la noche a ti.
Podría pasar por alto cada lágrima, podría pasar por alto cada mirada que no me has dado y cada minuto que tengo que vivir sin ti, pero no puedo pasar por alto las noches en las que mi alma te extraña, no puedo perdonarte los momentos en los que vives aquí a pesar de tu ausencia, no puedo perdonarte todos los atardeceres que no veras conmigo, de hecho no puedo perdonarte todo el amor que me tienes y no me das.
Este corazón condenado a tu ausencia eterna, condenada a momentos utópicos y efimeros, mi mente quiere engañarme haciendome ver que mas vale tenerte así, pero mi idílico corazón no se conforma con tu ausencia, mi idílico corazón no se conforma con solo un poco de ti.
No hay nada mas triste que intentar escribir una historia que ni siquiera puedo empezar...
Las soledades las vamos comprando a medida que des aprendemos de la vida, porque tal parece que algunos de nosotros amamos las historias irrealizables, por una extraña manía de supervivencia barata, pero no nos damos cuenta de una realidad objetiva, aunque ésta sea evidente, sucede que el amor nos disminuye los reflejos de respuesta defensiva, sin embargo con el tiempo se aprende a manejarlos.
ResponderEliminarGracias por escribir de nuevo, es refrescante leerte honesta. Te quiero y te recuerdo con mucho cariño, espero verte pronto.